Cuidar la pileta en invierno: prácticas locales para cuidar el agua y el entorno

Cuidar la pileta también es habitar el paisaje

Cuando baja el sol del verano en el Valle de Paravachasca y el frío empieza a sentirse en el aire, muchas piletas quedan en pausa. Pero aunque no se usen, siguen allí, condicionadas por el entorno: recibiendo hojas, heladas nocturnas, viento y lluvias. Cuidarlas en invierno es también una forma de habitar con conciencia este territorio que compartimos.

Por qué proteger la pileta en otoño e invierno

No es solo por estética o comodidad. Preparar una pileta para su descanso invernal evita que se dañe la estructura, que los filtros se deterioren o que el agua se vuelva irrecuperable. Además:

• Ahorrás trabajo y productos cuando vuelva el calor.
• Evitás gastos innecesarios por roturas provocadas por el frío.
• Protegés el agua, un recurso que en nuestra región es tan valioso como escaso.
• Reducís el riesgo de accidentes con animales silvestres que podrían caer y no salir.

Tipos de uso, distintas estrategias

En el Valle hay muchas realidades: casas de uso permanente, fin de semana, alojamientos turísticos. Cada caso tiene sus propias necesidades.

Casas habitadas o complejos turísticos

• Limpieza profunda antes del invierno.
• Revisión de filtros y equipos.
• Aplicación de alguicidas de invierno.
• Ajuste del pH si se mantiene con agua.
• Uso de lonas resistentes y bien ancladas.
• Protección de cañerías y bombas para evitar congelamiento.

👉 Ideal para zonas como Anisacate, La Bolsa o La Serranita, donde el viento puede jugar en contra si no está todo bien asegurado.

Casas de uso esporádico

Si la pileta es pequeña o el mantenimiento no es posible:

• Puede optarse por vaciado total o parcial.
• En caso de dejarla llena, se deben seguir los pasos anteriores y sumar una cobertura firme.
• Es útil contar con alguien que pase a revisar luego de lluvias o heladas.

¿Qué cobertura conviene?

Depende del tipo de pileta, el clima de la zona y los recursos disponibles. En Paravachasca se usan varias opciones:

• Limpieza + lona tradicional: opción básica y funcional.
• Lona de seguridad: inversión más alta, pero ideal si hay niñeces, animales y mucho viento.
• Vaciado: útil si la pileta es pequeña o está ubicada en lugares donde hay riesgo de algas.
• Supervisión mínima: en casas de poco uso, se combina con alguicidas de larga duración y coberturas simples.
• Pileta activa: solo en casos excepcionales, con mantenimiento constante.

El entorno también cuenta

Los inviernos en el Valle no son siempre iguales. Hay zonas más frías, como La Paisanita o Villa Ciudad de América, donde las heladas pueden ser más intensas. Y otras más resguardadas o húmedas, como La Rancherita, donde el agua puede tardar en evaporarse y generar verdín si no se actúa a tiempo.

Cada quien conoce su territorio. Pero conversar con personas que trabajan en la zona o que tienen experiencia puede ser clave para tomar buenas decisiones.

Recomendaciones finales

• Hacer el cierre antes de las primeras heladas.
• Usar productos específicos para invierno (alguicidas, ajustadores de pH).
• Seguir las instrucciones de los fabricantes de productos y equipos.

Preparar una pileta para el invierno no es solo una tarea técnica. Es también un gesto de respeto hacia el agua, la tierra y los seres que nos rodean. En estas sierras, lo que se cuida durante la temporada fría florece con más fuerza cuando vuelve el calor.